A lo largo de estos años, he tenido el privilegio de ser testigo de tantas historias y momentos especiales. Muchos de ustedes han pasado por este lugar con una sonrisa, con una ilusión en los ojos o con alguna historia que compartir. Para mí, cada uno de ustedes ha dejado una huella, y me siento afortunada de ser parte de sus recuerdos. Este año sumamos 25. Gracias por acompañarme.

Al mirar atrás, me doy cuenta de todo lo que hemos vivido juntos: las primeras veces que compraron su décimo de lotería, los nervios antes del sorteo, la emoción cuando les tocó algo, y sobre todo, la confianza que siempre han depositado en mí. Para mí, más allá de ser una administradora de loterías, soy una amiga, una confidente, alguien en quien pueden confiar. Y eso es lo que más valoro.

Y aunque a veces no podemos cambiar el destino, saber que puedo formar parte de esa chispa de esperanza que lleva consigo cada boleto o décimo de lotería, me llena de satisfacción. Porque el verdadero premio, para mí, no está solo en el sorteo, sino en los momentos que compartimos, en los vínculos que hemos creado y en las historias que hemos construido juntos.

Gracias por ser parte de mi vida, por acompañarme en este viaje tan especial. Gracias por compartir conmigo no solo sus sueños, sino también sus logros, preocupaciones y alegrías.

Me emociona pensar que he tenido la suerte de estar a su lado en tantas etapas importantes de su vida.

No sé qué nos deparará el futuro, pero lo que sí sé es que siempre estaré aquí, con los brazos abiertos, lista para acompañarlos en cada paso, para seguir celebrando los pequeños y grandes triunfos de la vida, siempre con la misma ilusión y dedicación que el primer día.